De entre las técnicas más eficaces de desinfección se encuentran la utilización de medios aéreos pues a través de ellos, con técnicas como la DSAV (desinfección por vía aérea), se alcanzan todas las superficies con rapidez, evitando depender de la aplicación manual, que es más lenta, y en ocasiones no llega a todas las superficies por existir obstáculos que impiden llegar a las mismas.
El humo liberado por nuestros dispositivos es una suspensión ambiental microparticulada formada principalmente por el ingrediente activo junto con el vapor visible y los gases desprendidos por la reacción exotérmica originada al encender la mecha, que está incluida. El humo se suspende, fluyendo en el aire del volumen cerrado durante algunas horas hasta que se deposita sobre todas las superficies.
La actividad comienza ya en el aire, y luego seguirá activa en las superficies durante algún tiempo, dependiendo de la estabilidad del activo aplicado y las condiciones de almacenamiento en la zona tratada.
La eficacia está asegurada por una combinación de la presión del humo y el bajo peso de las partículas que permite la dispersión homogénea del ingrediente activo en todo el espacio a tratar.